Algunas veces nos sentimos atraídos hacia relaciones toxicas, ¿te has preguntado por qué?
Al hablar
de ciclos hacemos referencia a los procesos de nuestra vida que comienzan, se
desarrollan y luego concluyen… tal vez pensamos que ya está todo dicho,
terminado y hecho.
Imagen de Neri Vill en Pixabay |
El miedo de salir de nuestra zona de confort, temor a la pérdida o el no sentirnos capaces de hacer algo diferente hacen que evitemos a toda costa cerrar esa etapa de nuestra vida, dejándola a la par como una sombra que nos sigue hasta que tengamos el valor suficiente de enfrentarla y dejarla ir.
Cerrar estos capítulos nos va a permitir iniciar nuevamente y tener nuevas experiencias.
¿Qué significa cerrar un ciclo?
Según Carl
Jung es que, si no aprendimos nada de los hechos desagradables, estos se van a
reproducir las veces que sea necesario para aprender de todo lo sucedido. “Lo
que niegas te somete, lo que aceptas te transforma”.
Uno de los
principales problemas psicológicos que enfrentamos como personas es no poder
cerrar ciclos, dejando asuntos inconclusos en nuestra vida. Estos se
manifiestan cuando nos sentimos dolidos, enojados o resentidos hacia otra
persona o hacia algo y no podemos encontrar la forma de quitarnos ese sentimiento. Esto ocurre porque la experiencia de esta etapa aún está
inconclusa quedando en el limbo.
Un ciclo,
lo comprendemos como ese periodo de tiempo donde se repiten una serie de
situaciones o eventos hasta terminarlo de forma definitiva, en muchas ocasiones
nosotros mismos tratamos de retener este ciclo incompleto evitando su cierre,
perdiendo una gran parte de nuestra energía que nos serviría para hacer frente
a nuevas situaciones.
Te has preguntado ¿Por qué nos cuesta tanto cerrar ciclos?
Según Carl
Jung nuestra visión solamente será aclarada cuando miremos a nuestro propio
corazón. “Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta”.
La verdad, esto no se trata de que olvidemos o enterremos nuestro pasado, al contrario, si no la vida nos mostrará mas de lo mismo una y otra vez, lo que debemos hacer es aprender y superar nuestro pasado para ser capaces de seguir adelante y avanzar dejando ir de forma sana y enérgica.
Esto último nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Por qué debemos cerrar ciclos?
No cerrar un ciclo de forma adecuada puede manifestarse incluso en nuestro cuerpo, produciendo trastornos psicosomáticos como las úlceras, fuertes dolores de cabeza, dolor de espalda, artritis o como esa crisis de asma. Bloquear el cierre también provoca depresión, ansiedad, resistencia al cambio y control neurótico; al resistirnos nosotros mismos provocamos que no podamos establecer un contacto sano con nuestro entorno, ni con nosotros mismos.
Si no logramos cerrar ciclos en cada etapa de nuestras vidas, lo mejor es acudir a un especialista de salud mental que nos brinde soporte y apoyo.
¿Cómo cerrar ciclos de manera sana y correcta?
Carl Jung
dijo que no alcanzamos la iluminación fantaseando sobre la luz, sino haciendo
consciente la oscuridad y lo que no se hace consciente se nos manifiesta como
destino. Para poder cerrar ciclos es importante saber en qué momento hacerlo,
además de lograr identificar qué es lo que nos está estancando y no nos deja
avanzar, ni iniciar nuevas etapas. Debemos determinar si son pensamientos,
situaciones o personas.
Formas de cerrar ciclos.
1. 1. Aceptar el vivir “aquí y ahora”.
“Aquello a
lo que resistes, persiste”. Resistirnos es una forma de que ese evento o
sentimiento viva constantemente en nuestra mente y se presenta en nuestro
futuro, por esto mismo debe entrar la aceptación, no negarnos, ni resistirnos.
Aceptar, no
es resignarnos sino comprender lo que nos sucede y poder avanzar, el apego nos
ata. Debemos aceptar, aunque no nos guste, ya que esto a futuro hará que nos sintamos
bien porque se termina ese conflicto entre negar y aceptar que el problema
existe.
1. 2. Reconocer y expresar las emociones.
1. 3. Salir de nuestra zona de confort.
1. 4. Perdonar para sanar.
1. 5. Aprender de nuestras experiencias.
1. 6. Fortalecer nuestra autoestima.
1. 7. Toma el control de tu vida.
No vivamos en el pasado, disfrutemos y vivamos el presente sin atarnos a pensamientos negativos, aprendamos de esas experiencias y sigamos nuestro camino, cerremos los ciclos de cada etapa para lograr una vida plena, sana y libre de ataduras.